Las expectativas del mercado marcan una inflación del 90% para el 2022
El relevamiento de proyecciones que el Banco Central realiza entre consultoras privadas muestra un fuerte cambio de expectativas. En un escenario todavía conservador plantean que en lo que resta del año la inflación mensual no bajará del 5%. Esto implica que para diciembre esperan 90% anual. Aunque, puede haber novedades al alza.
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) es el resultado de proyecciones que consultoras económicas y bancos hacen sobre variables macroeconómicas para el Banco Central. Participan 26 consultoras y 13 bancos. No son proyecciones del Banco Central, sino es una especia de “concurso” que el Banco Central hace entre los expertos en economía y finanzas para saber su impresión. Viene a ser como el termómetro del mercado respecto de cómo va a andar la economía.
El relevamiento es mensual, se recolecta los fines de cada mes y el Banco Central publica los resultados al comienzo del mes siguiente. Recientemente publicó los resultados que las consultoras y bancos hicieron a fines de julio. Lo primero a tener en cuenta es que las consultoras proyectaron una inflación mensual de 7,5% para julio. Hoy se sabrá cuál es el dato observado. Calculan que andarán bastante cerca.
De todas formas, lo más notable es el cambio de tendencia en las expectativas.
Proyecciones de inflación mensual del REM
Según el mes realizadas
Fuente: LP CONSULTING en base a BCRA
A comienzos de año, en enero, las consultoras proyectaban una inflación mensual de alrededor del 3,5% para la segunda mitad del 2022. En mayo, las expectativas no habían cambiado mucho. Prácticamente había subido el pronóstico al 4% mensual. En junio lo subieron a entre 4% y 5% mensual y en julio ya la colocaron por encima del 5% mensual.
Pasar de una proyección de 3,5% a principio de año a otra por encima de 5% en julio no es trivial. Parece poca la diferencia, pero por ser la inflación un fenómeno que se retroalimenta, pequeñas diferencias mensuales hacen una importante diferencia anual. En el gráfico siguiente puede observarse el marcado contraste de inflaciones anuales que implican aparentemente pequeños cambios en las proyecciones mensuales.
Proyecciones de inflación anual del REM
Según el mes realizadas
Fuente: LP CONSULTING en base a BCRA
A comienzo de año, en enero, las consultoras proyectaban que el año terminaba con una inflación del 55%. Se resaltaba en aquel entonces que no era una inflación baja. Era una tasa de inflación similar a la que el gobierno había recibido del gobierno anterior (en diciembre del 2019 la inflación fue del 54%). Tasa que tantas críticas había motivado del actual gobierno hacia la gestión anterior. Pero ya en mayo, con un cambio pequeño en la proyección de inflación mensual (de 3,5% a 4%), la inflación anual se colocaba en el 70% y en junio las proyecciones cambiaron a 76% para diciembre 2022.
Con el cambio de expectativas de julio, las proyecciones se ubican en una inflación del 90% para diciembre 2022. Con lo cual, la proyección de enero hasta pasa a ser hasta un escenario “deseable”.
Ahora, en las proyecciones mensuales se ve un patrón claro de cierto conservadurismo a medida que uno se aleja en el horizonte de tiempo. Obsérvese en el primer gráfico que todas las proyecciones mensuales, aun cuando se fueron ajustando al alza, no arriesgan mayor inflación mensual en diciembre respecto de julio o agosto del 2022.
¿Qué pasaría si uno asume que entre agosto y diciembre la inflación mensual no baja, como proyecta el REM, sino que se mantiene alrededor del 7% mensual. La proyección de la inflación anual es la que se presenta en el gráfico de abajo.
Proyecciones de inflación anual del REM
Asumiendo que la inflación mensual se mantiene en 7% para los meses que faltan de 2022
Fuente: LP CONSULTING en base a BCRA
En noviembre la inflación ya perforaría el techo del 100% y diciembre terminaría con una inflación del 105%. Si la pérdida de reservas del Banco Central continua (que es lo que se espera para la segunda mitad del año la cual, estacionalmente, es de menor liquidación) y el gobierno no puede desacelerar el crecimiento del gasto público (llevándolo a incumplir el propio objetivo de no emitir más para el Tesoro en lo que resta del año), este escenario de crecimiento de la inflación anual es bastante factible, y es de lo que ahora se está hablando.