En general, los precios internacionales de los cultivos dependen muchos más de condiciones climáticas, de demanda internacional y hechos fortuitos como la guerra de Ucrania. Pero la fortaleza del dólar tiende a no ayudar a los precios internacionales.
La Reserva Federal de Estados Unidos (FED), que vendría a ser el Banco Central de aquel país, volvió a subir su tasa de interés de referencia a 4,8% anual de 4,5% en el que estaba. Si bien el aumento es nada para los estándares argentinos, para la economía de Estados Unidos y la mundial es importante. Máxime cuando la FED viene subiendo la tasa de interés desde hace exactamente 1 año y lo viene haciendo sostenidamente.
La razón es que, a la salida del confinamiento por la pandemia, la inflación de Estados Unidos comenzó a aumentar mucho (para los estándares de ellos) debido a la gran emisión monetaria que implementaron para ayudar financieramente a la población confinada. Téngase en cuenta que en Estados Unidos durante el confinamiento disminuyó la pobreza gracias a que los subsidios que repartieron entre la población eran más altos que los salarios que dejaron de percibir los confinados de menores ingresos. Fue una emisión histórica.
Así las cosas, apenas comenzó el des-confinamiento, entre enero y junio del 2021 la inflación pasó de 1% al 5% anual y terminó el 2021 en 7% anual. En el 2021, la FED no tocó la tasa de interés. En el 2022, la FED comenzó a subir la tasa para controlar la inflación que a mediados del 2022 ya estaba en el orden del 9%. Allí es cuando la FED empieza a subir con más ahínco la tasa de interés y la inflación comenzó a ceder ubicándose ahora en el 6% anual.
Inflación de Estados Unidos y tasa de la FED
Fuente: LP CONSULTING en base a BLS y Ministerio de Economía
La suba de la tasa de interés es una política ortodoxa para bajar la inflación. Lo que se busca es bajar el consumo para que la contracción de la demanda de la población haga ceder la presión al alza sobre los precios.
La otra vía por la que ceden los precios con la suba de la tasa de interés es por la apreciación del dólar. Cuando sube la tasa de interés, entran capitales financieros al país a aprovechar la suba de tasa lo que hace que el dólar se aprecie respecto de las monedas de otros países. Así es como un euro compraba 1,1 dólares a fines de enero 2023 y hoy compra 1,05 dólares. El dólar se hizo más fuerte. Cuando la moneda local se hace más fuerte, los productos importados se abaratan y ello ayuda también a bajar la presión al alza de los precios.
Lo que hay que tener en mente es que, mientras Estados Unidos esté luchando contra su inflación, va a mantener su tasa de interés alta y esto va a mantener un dólar fuerte.
El tema es que un dólar fuerte implica que los precios de los commodities en el mercado internacional tienden a la baja. Simplemente porque un dólar fuerte significa que el dólar puede comprar más bienes en el mercado. En el caso particular de la soja, por ejemplo, un dólar fuerte significa que un dólar compra más soja lo que equivale a decir que el precio de la soja en términos de dólares es menor.
Obviamente que la fortaleza o debilidad del dólar es sólo uno de los factores que mueve el precio de los commodities. Incluso posiblemente no sea el más determinante en consideración a que los precios internacionales de los cultivos tienden a ser mucho más sensibles a cuestiones climáticas, a las condiciones de la demanda internacional de alimentos y a hechos extraordinarios como lo es ahora la guerra de Ucrania.
Hecha la aclaración, sirve ahora mirar una serie histórica de lo que pasó con la tasa de interés de la FED (que sería una variable proxi de la fortaleza o debilidad del dólar) y el precio internacional de la soja.
Precio de la soja y tasa de la FED
Fuente: LP CONSULTING en base a Ministerio de Economía
El precio internacional de la soja creció mucho entre el 2002 y el 2012 por la gran demanda de China durante su primera fase de expansión. Pero también ayudó la política monetaria de Estado Unidos.
La fuerte caída de la tasa de interés en el 2002 – 2004 coincide con el comienzo de la suba del precio de la soja, la suba de la tasa de la FED en el 2005 – 2007 (que se hizo para contener –infructuosamente– la burbuja inmobiliaria que desembocó en la crisis del 2008) estuvo asociada con una contracción del precio de la soja.
En el 2009, Estados Unidos desploma la tasa de interés al 0,25% y la mantiene en ese nivel hasta el 2015. Esto coincide con la fase de mayor precio de la soja. Obsérvese que entre el 2012 y el 2015 el precio de la soja disminuye desde USD 540 a USD 350, que se debe explicar por la desaceleración en el crecimiento de China, sin embargo, el nivel en el que queda es sensiblemente mayor que el que tenía antes que Estados Unidos baje la tasa a 0,25%. La baja tasa de la FED debe hacer contribuido en cierta forma a que el precio de la soja se mantuviera alto, aun cuando el precio ya se desinflaba.
La transitoria suba de tasas en 2016 – 2019 coincide con un amesetamiento del precio de la soja y luego la disminución de la tasa FED en el 2021 más el surgimiento de la alta inflación en Estados Unidos (o sea, un dólar débil) estuvo acompañado por un fuerte aumento del precio de la soja. El alto precio del 2022 responde, obviamente, a la guerra de Ucrania y mientras se mantenga sin definición el conflicto el precio de la soja se mantendrá alto.
Pero no hay que perder de vista (para ello el gráfico de LP Consulting) que cuando la FED sube la tasa, el dólar se hace fuerte y esto no se da la mano con altos precios internacionales. Luego, otros factores podrán salvar el precio de la soja. Pero eso es harina de otro costal. No es dólar fuerte.
C.P. Leonardo H. Piazza
Director de LP CONSULTING