La medición semanal recae ahora en la esfera de la cartera liderada por el candidato presidencial del oficialismo, Sergio Massa, por sobre el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que informa las variaciones inflacionarias en el país mes a mes.
"Lo que hace es emular prácticas de diversas consultoras que hacen este relevamiento de forma semanal y van anticipando el resultado antes de que llegue el dato mensual", explicó en diálogo con Sputnik el economista Francisco Cantamutto.
La instancia generó cierta desconfianza, que "parece tener que ver con una instancia que parece generar cierta confusión en términos de la medición", analizó Cantamutto "al ser cuatro datos a lo largo del mes", y que el seguimiento de datos inflacionarios y de precios "lo haga de forma directa el Ministerio de Economía en vez del tradicional INDEC", agregó.
"El Gobierno lanza esta medida de tener un índice semanal propio, independiente al INDEC, donde nosotros entendemos que esta es una medición similar a las consultorías privadas y se hace porque entienden que la inflación no va a pasar del 12%", planteó el economista Leonardo Piazza en conversación con Sputnik.
La inflación en agosto alcanzó el 12,4%. Dicha variación mensual es la más alta registrada en los últimos 21 años, lo que llevó a que la inflación interanual escalara a 124,4%.
La medida "le dice al mercado, la inflación es alta pero controlada. Nosotros tenemos el timón porque todavía tenemos dólares, gracias al dólar soja [cotización diferencial para el sector agroexportador] y que está todo estable, o por lo menos tranquilo en estos precios altos, y por lo pronto no va a haber riesgo de hiperinflación", agregó.
Para Cantamutto "no se trata de una anomalía, sino que en otros países con estadística desarrollada tienen esta clase de mediciones de la inflación (…) Es una herramienta más para tomar decisiones e incluso negociar contratos o ingresos a lo largo del mes", enfatizó.
La medida se enmarca en el nuevo contexto inflacionario y cambiario tras las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del pasado 13 de agosto.
Después de las PASO, "el Gobierno cambió un poco el timón del manejo económico de 'administrar la coyuntura', en la que iban monitoreando de forma mensual el tablero macroeconómico", explica Piazza.
El 22 de agosto, "sumado a la negociación que venía manejando con el FMI, el Gobierno devalúa el peso y aumenta la tasa de interés con una devaluación del dólar oficial de casi el 30% y lo deja fijo en 350 pesos y sube la tasa de interés en un 9,8%, que es la tasa efectiva mensual", contextualiza el economista.
La crisis inflacionaria que dejó agosto, "totalmente volátil en precios, pero consecuentemente con una baja de consumo muy fuerte", aceleró la inflación a más del 12%, "con lo cual deja una inflación inercial para septiembre muy alta", subrayó Piazza.
Los datos oficiales de la Secretaría de Política Económica sitúan la inflación semanal entre el 11 y 17 de septiembre en un 2%, un 0,1% menos que la semana anterior y lejos del 4,8% que marcó la semana posterior a las PASO, cuando la devaluación fue del 22%.