Con Milei, Argentina se abre a las importaciones: ¿la industria está en riesgo? – Análisis para Sputnik Mundo
La decisión del presidente Javier Milei de flexibilizar las importaciones podría perjudicar a industrias argentinas como la textil, advirtió a Sputnik el economista Lavih Abraham. Para el economista Leonardo Piazza, la apertura puede solucionar los problemas que otros industriales tenían para importar insumos y contribuyen al "desabastecimiento".
Entre las modificaciones sustantivas que el presidente argentino, Javier Milei, quiere instalar en la economía argentina, está la apertura de las importaciones, un rubro sumamente reglamentado por las administraciones anteriores. El 26 de diciembre, el vocero presidencial Manuel Adorni confirmó la eliminación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y las licencias no automáticas que debían ser aprobadas, caso por caso, por la Secretaría de Comercio argentina.
El Gobierno argentino aseguró que "no habrá más licencias ni permisos para importar", destacando que "se eliminan así las trabas al comercio basadas en la discrecionalidad, desarmando posibles nichos de corrupción".
En diálogo con Sputnik, el economista argentino Lavih Abraham —integrante del Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía— recordó que las restricciones que regían a las importaciones argentinas se explicaban por la voluntad de los gobiernos anteriores de "cuidar la industria nacional" pero también evitar la salida excesiva de divisas del país.
En efecto, el SIRA eliminado por Milei había sido creado en 2022 por el exministro de Economía Sergio Massa con la intención de evitar que los importadores utilizaran las importaciones como herramienta para especular con el dólar. Algunos empresarios se hacían de dólares a precio oficial para pagar importaciones falsas y así sacar dólares al exterior.
De todas maneras, el régimen de control de importaciones databa de 2012, cuando el entonces Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner creó la Secretaría de Comercio Exterior para concentrar la aprobación de las licencias no automáticas para las importaciones con el objetivo de "impedir que el mercado interno se vea afectado negativamente".
Sin embargo, a lo largo de los años los industriales argentinos comenzaron a reclamar que las dificultades para importar insumos generaban complicaciones al sistema productivo del país sudamericano e incluso faltante de productos no producidos en el país como medicinas.
"El SIRA perjudicaba a todos los sectores sin distinción y no podían importar nada, ni insumos básicos ni otros productos, lo cual efectivamente era algo reclamado por todos los importadores", dijo a Sputnik el economista argentino Leonardo Piazza, director de LP Consulting.
El analista añadió que "el 85% de las importaciones en Argentina son bienes de capital, insumos y repuestos que son utilizados como materia prima para productos a comercializar en el mercado interno", por lo que las trabas en importaciones también provocaron, de acuerdo al analista, "trastornos comerciales y desabastecimiento en la economía doméstica".
"Hoy el mecanismo de importaciones está solucionado y todos los sectores pueden realizarlo con normalidad desde el punto de vista operativo", complementó el analista.
Pero, a pesar de la apertura, puede que Argentina no experimente un boom de importaciones en los próximos meses. Tanto Abraham como Piazza coincidieron en que a las facilidades para introducir productos extranjeros en el país se le opondrá la reciente devaluación dispuesta por Milei que encareció los productos foráneos.
"Es difícil establecer si se dará la llegada de nuevos productos para consumo final desde el exterior o que haya más ingreso de importaciones en estos productos, porque el tipo de cambio subió mucho. De 350 pesos, ahora el dólar se fue a 800 pesos más el Impuesto País (un 30%), por lo que hoy las importaciones están caras, a un tipo de cambio de 940 pesos por dólar", acotó Piazza.
De todas maneras, Abraham consideró que importar puede volver a ser "atractivo" para ciertos empresarios en el segundo semestre de 2024 si hay una estabilización del dólar, lo que puede traer cambios relevantes a la estructura productiva argentina.
"Esto puede perjudicar sobre todo a la industria textil, especialmente concentrada en el Conurbano Bonaerense, en la periferia de la Ciudad de Buenos Aires, porque hay empresas que no van a poder competir", pronosticó el experto.
Otras empresas, consideró Abraham, aprovecharán las nuevas facilidades dispuestas por el Gobierno de Milei para "convertirse en importadoras", dejando de producir en Argentina para dedicarse exclusivamente a distribuir productos extranjeros a través de los canales que ya tienen desplegados.
"La supuesta competencia que imaginan los libertarios no va a existir en la práctica", afirmó Abraham.