El dólar-Qatar no es de $306. Es de $200. Porque los $106 restante el turista argentino que compro con TC en el exterior los recupera cuando le toca pagar el Impuesto a las Ganancias y a los Bienes Personales. Mirando lo que pasó en los Mundiales de 2014 y 2018 aparece que $200 es muy bajo y que habrá importante presión sobre las reservas por la utilización de la TC por compras en el exterior.
Pasó el dólar-soja dejando un modesto beneficio de apenas USD 900 millones netos en el Banco Central, con reservas que siguen en su piso de USD 37 mil millones, pero con el costo de haber sumado 1,5 billones más de Leliqs y una tasa de interés de política monetaria de 107%. Agosto terminó con 7 billones de Leliq y setiembre con 8,5 billones gracias al dólar-soja. O sea, el doble de la base monetaria. Esto es una enorme presión de emisión monetaria contenida.
Como ya no hay donde ir a buscar dólares, ahora aparece la necesidad de cuidar los pocos dólares que hay. Entonces aparece el dólar-Qatar. Un eufemismo para señalar que los turistas que gasten con tarjeta en el exterior –lo cual implica gastos de reservas del Banco Central– tendrán que pagar un dólar más caro. Se llama Qatar por el temor que genera que una oleada de argentinos se vaya al mundial de Qatar y utilice su TC allá con ganas, dado que el dólar oficial está bastante retrasado respecto del dólar paralelo.
Para entender numéricamente por qué hay tanta preocupación por las reservas puede resultar útil hacer la cuenta de almacenero de cómo fueron los flujos del Banco Central en lo que va del año a agosto 2022 (último disponible).
La cuenta de “almacenero” de las reservas del Banco Central
Enero – Agosto 2022
Fuente: LP CONSULTING en base a BCRA
Básicamente, en el período enero-agosto, entraron dólares al Banco Central en concepto de exportaciones por USD 59 mil millones y se pagaron importaciones por USD 48 mil millones. El saldo de balanza comercial fue de USD 11 mil millones. Esta es la buena noticia que todos los meses sale en los diarios.
Ahora, la pregunta es: ¿Dónde se van esos dólares?
Si bien son varios los ítems, los principales que ayudan a entender la dinámica de los flujos de reservas al almacenero son los que se presentan en el cuadro anterior.
La Argentina tiene un importante saldo de balance comercial, pero de allí tiene que sacar USD 3 mil millones para pagar los fletes que trasladan las exportaciones y las importaciones. Lo que el país cobra por fletes es un monto 20 veces inferior. Esto pasa por tener regulaciones que desalientan el desarrollo de la industria naviera en el país, teniendo el país una importante extensión costera y puertos prácticamente dejados al abandono.
Después hay que pagar USD 6 mil millones de intereses de deuda. Esta es deuda pública y privada, pero fundamentalmente pública. Lo que cobran los argentinos en concepto de intereses por haber prestado plata a extranjeros es nada (USD 8 millones).
Después hay que pagar capital de esta deuda. Aquí la Argentina cobra USD 2 mil millones, pero paga USD 6 mil millones porque el Estado argentino y las empresas radicadas en el país tienen más deudas que acreencias con el extranjero.
Y después vienen los turistas. Los argentinos en el exterior “tarjetearon” por USD 4 mil millones (esto es a agosto, todavía falta el Mundial de Qatar). Pero Argentina también recibió turistas. Si Rosario, Córdoba, Ciudad de Buenos Aires, Bariloche, Patagonia, Cataratas, Salta, Jujuy, Mendoza están llenos de turistas brasileños, uruguayos, chilenos, peruanos y también europeos y americanos.
Lo que pasa es que estos no tarjetean en Argentina. Por eso, entran al Banco Central solo USD 261 millones. Nada en comparación con los USD 4 mil que tarjetean los argentinos afuera. Esto es porque si se hace turismo en Argentina, hay que hacerlo completo. Esto es, irse a la informalidad. En lugar de tarjetear, hay que cambiar los dólares en el “arbolito” que ya están en las zonas céntricas de todo el país a plena luz del día.
Al final del día, la cuenta del almacenero da que entre enero y agosto se fueron del Banco Central 1.500 millones netos por todos estos conceptos. Para tener una idea de lo pobre que resultó el dólar-soja, en setiembre se lograron USD 900 millones netos. O sea, no alcanzó siquiera para compensar la pérdida que hubo de reservas hasta agosto.
Como se ve en el cuadro, la única fuente de entrada de dólares que tiene la Argentina son las exportaciones y luego viene una cantidad de puros gastos en dólares (fletes, intereses, pago de deudas y turismo). De aquí que las autoridades económicas van por tratar de apaciguar estos gastos y el candidato natural son los gastos con tarjetas.
La solución es conceptualmente fácil. Legalizar el dólar paralelo y que los turistas argentinos y extranjeros cambien sus dólares de manera legal al tipo de cambio libre. Esto no es una innovación disruptiva. Así era en la década de los ’80 en Argentina.
Pero no. Se inventa el dólar-Qatar. Esto es, cuando uno tarjetea en el exterior, paga el dólar al tipo de cambio oficial ($150) y le cobran también el impuesto PAIS ($50). Entonces, el tipo de cambio turista es de $200.
Como esto es todavía barato respecto al tipo de cambio paralelo, la ex - ministra Batakis, en lugar de habilitar el mercado paralelo para los turistas, estableció que los argentinos que tarjeteen en el exterior paguen un 45% del tipo de cambio oficial como adelanto del Impuesto a las Ganancias. Esto es $68.
Como sigue el tarjeteo inventan otro pago a cuenta, ahora del Impuesto a las Bienes Personales, de 25% o sea $38.
Aquí se produce el error conceptual. Se dice el “dólar-Qatar” es $150 + $50 + $68 + $38 = $306.
No. El dólar-Qatar sigue siendo de $200. Porque los que tarjeteen en el exterior luego se descontarán $106 en el 2023 cuando tengan que pagar los impuestos a las Ganancias y a los Bienes Personales.
Ahora la siguiente pregunta es: los $200 de dólar Qatar es mucho o poco.
Lo mejor sería comparar con lo que pasó en el Mundial de Brasil en 2014 y en el Mundial de Rusia en el 2018.
Reservas gastadas con tarjetas y tipo de cambio oficial
En millones de USD
Fuente: LP CONSULTING en base a BCRA
En el 2014 la situación era igual que ahora. En lugar de que el turista argentino en el exterior que tarjetea pague el dólar paralelo, se le hacía una retención del Impuesto a las Ganancias de 35%. En aquel entonces el dólar oficial a precios de hoy era de $203 y se fueron unos USD 6 mil millones en gastos de tarjetas en el exterior.
En el 2018 se fueron más de USD 8 mil millones pero el valor del tipo de cambio $220 es engañoso porque en el 2017, que es cuando la gente tomó la decisión y compró los paquetes para el Mundial, el dólar oficial estaba más cerca de $100 a precios actuales. Había un importante retraso cambiario producto de los dólares que entraban prestados a la Argentina. Durante el Mundial se desata la crisis cambiaria y la gente tuvo que hacer el gasto con el nuevo tipo de cambio oficial que subió mucho.
En cualquier caso, lo que se está observando es que el dólar a $200, o sea sin considerar los adelantos de Ganancias y Bienes Personales, es un valor bajo. Por lo que hay que esperar que los gastos de tarjetas en el exterior durante el Mundial de Qatar sean importantes. Es altamente posible que en el 2022 el tarjeteo en el exterior termine siendo entre USD 6 mil y USD 8 mil millones. O sea, entre 50% y 100% de los USD 4.000 millones que vienen siendo hasta agosto.
Retenciones de Ganancias y Bienes Personales no reemplazan devaluación.