¿Está bajo el dólar o está baja la competitividad real de la economía?
El acuerdo con el FMI se demora por desavenencias con el régimen cambiario. El gobierno sostiene que el precio del dólar es el que es y lo que tienen que bajar son los precios del resto de los bienes. El tema es que el “costo argentino” está alto y no deja bajar a los precios internos. El problema no está en los salarios reales sino en el costo de la energía.
El acuerdo con el FMI se dilata por el tema cambiario. El FMI, con razón, no lo dice pero lo sugiere, que el tipo de cambio oficial está, no digamos atrasado, porque al presidente Milei no le gusta, pero sí lo suficientemente bajo como para generar una fuerte presión a la salida de divisas del país. En los dos primeros meses del año, la balanza comercial (expo – impo) fue positiva en USD 1.200 millones, pero la balanza de servicios (que es 80% turismo) fue negativa en USD 2.200 millones y los pagos de intereses de deuda en dólares se comieron otros USD 2.000 millones de dólares. O sea, hubo una presión a la salida de dólares –que es lo que los economistas llaman balance de cuenta corriente– de USD 3.000 millones.
El gobierno, con razón, dice que si toca el tipo de cambio habrá un rebrote de la inflación, controlable –porque hay superávit fiscal– pero demoledor en año electoral. Por eso quiere patear la discusión cambiaria para después de las elecciones.
La pregunta que cabe hacerse es: ¿Aguanta la producción argentina hasta después de las elecciones con un dólar oficial que se deteriora cada vez más contra la inflación?
Para responderla sirve comenzar con el Gráfico 1.
Gráfico 1. Precios mayoristas en dólares
Noviembre 2023 = 100
Fuente: LP CONSULTING en base a INDEC
Tomando el período del gobierno, o sea como mes base noviembre del 2023, y observando la evolución del precio mayorista de salida de fábrica más los impuestos (que es el Índice de Precios Internos al por Mayor, IPIM) de las manufacturas argentinas medidas en dólares oficial surge que, por la devaluación inicial de diciembre 2023, tuvieron una fuerte caída o lo que sería lo mismo una ganancia de competitividad-precio. Pero luego se fue revirtiendo con la inflación creciendo por encima del dólar llegando a febrero –último disponible– en un valor 91 respecto a noviembre 2023 = 100.
Sin embargo, los precios mayoristas de los bienes importados, medidos en dólares, bajaron a 63. Esto implica que la producción nacional largó bien compitiendo con las importaciones con la devaluación de diciembre 2023, pero luego fue perdiendo respecto al precio de las importaciones. Los productos importados hoy son más baratos que los nacionales respecto al mes base que es noviembre 2023.
La brecha entre la evolución del precio mayorista nacional versus el importado es lo que coloquialmente se llama “costo argentino” de producir bienes.
Tomando los dos principales insumos de la producción medidos en dólares, que son salarios por la fuerza de trabajo y energía por la fuerza motriz, aparece el Gráfico 2.
Gráfico2.Precio en dólares de dos insumos claves de la producción nacional
Noviembre 2023 = 100
Fuente: LP CONSULTING en base a INDEC
Como se observa, tanto el costo laboral como el de la energía bajan en términos de dólares con la devaluación. Pero luego la evolución es muy dispar. El salario real en dólares se va recuperando lentamente mientras que el costo de la energía da un salto inmediatamente después de la devaluación. Esta la principal queja que se escucha entre los empresarios agrícola-ganaderos, industriales, comerciantes, que es el aumento del costo de la energía.
En cierta forma puede decirse que el aumento del costo de la energía perjudica a los trabajadores porque pisa la recuperación de los salarios reales. Este es un ejemplo claro de como el encarecimiento de un insumo físico termina perjudicando la remuneración del insumo más importante de la sociedad que es el humano.
¿Qué pasó con la energía?
Sufrió durante varios años el mal del populismo hasta que un día la liberaron del populismo. Esto se observa en el Gráfico 3.
Gráfico 3. Evolución del costo en dólares de la energía en los últimos 5 años
Enero 2020 = 100
Fuente: LP CONSULTING en base a INDEC
Tomando los últimos 5 años que serían todos los del gobierno anterior y el primero del actual. El costo de la energía en dólares bajó en el 2020 porque se congelaron tarifas por la pandemia y se recuperaron en el 2021 y mitad del 2022 al nivel que tenían pre pandemia. Igual, era un precio artificialmente bajo porque estaban los subsidios a la energía.
A mediados de 2022, los subsidios a la energía estaban creciendo mucho lo que obligó a un sinceramiento, por única vez, de tarifas y se volvió a los subsidios. En el 2023 ocurrió lo mismo, sinceramiento al comienzo y subsidios en la segunda mitad del año dado que había elecciones.
El actual gobierno recibe un dólar oficial y tarifas a la energía atrasadas sostenidas con subsidios. Aplicó una fuerte devaluación y luego libero las tarifas para ahorrarse los subsidios. Las tarifas se fueron al nivel que deben estar luego de años de congelamiento y su correspondiente falta de inversiones en energía. Por esto es que a finales de 2024 la energía esta 80% más cara que el promedio del periodo subsidiado (2020 – 2023).
Lo que se está viviendo ahora es la resaca del populismo energético. Energía cara en dólares que compromete la competitividad de las empresas.
Conclusión
El dólar está bajo dado el alto “costo argentino” que es lo que se observa con los precios mayoristas nacionales por encima de los mayoristas importados. Una particularidad de otros eventos de atraso cambiario es que el salario real en dólares no está apreciado. El problema es que otros insumos de la producción están elevados, como el costo de la energía.
Por años de congelamientos, subsidios, desinversión energética y mal acostumbramiento de los consumidores ahora la energía se transformó en un obstáculo para la recuperación del salario real y las mejoras de competitividad.
Otros factores internos también afectan la competitividad o, lo que es lo mismo, abren la brecha entre los precios mayoristas nacionales e importados. Son las deficiencias de la logística y el transporte, las malas regulaciones y los impuestos distorsivos. Entre estos últimos, el impuesto que más competitividad quita a la producción nacional es Ingresos Brutos porque es en cascada (se multiplica a través de la cadena de valor) mientras que a los productos importados les pega sólo a la entrada al país y en la venta (no hay cadena de valor). Por esto más importante que la devaluación es el ordenamiento integral del sistema tributario en sus tres niveles de gobierno: nacional, provincial y municipal; y la inversión en energía para que la producción nacional pueda aprovechar la abundancia energética de la Argentina.