Es indispensable lograr un acuerdo de la deuda para generar clima de confianza y atraer inversiones y bajar riesgos país.El gobierno encontró cierta tranquilidad en el mercado cambiario producto que en el primer trimestre tuvo cierta disciplina fiscal y monetaria. No obstante, está lejos de lograr solución al actual proceso inflacionario. Hay mucha incertidumbre en los próximos vencimientos a los organismos internacionales.
En mayo debe cancelarse al Club de Paris USD 2.418 millones, y a esto se le suman los pagos sucesivos que habrá que hacer al Fondo Monetario Internacional. Cabe destacar, que son dos vencimientos significativos de capital, de USD 1.868 millones cada uno. En septiembre y diciembre, y algunas erogaciones menores en mayo, agosto y noviembre, siendo en total USD 4.768 millones a cancelar al FMI
Observando los números de reservas y liquidez del BCRA no existen posibilidades de poder disponer de fondos para dichas cancelaciones, por lo menos la del FMI por el tamaño del importe.
A su vez, los números de pobreza e indigencia, la incidencia de los trabajadores informales en el mercado laboral, el deterioró actual del aparato productivo del sector privado, más el problema de la inflación, es condición necesaria tener una solución definitiva al tema de la deuda. Generar un acuerdo es indispensable para armar un programa financiero, monetario y económico, y dar credibilidad a los mercados. La única forma para salir de esta situación es generar trabajo y crecimiento sostenido en el tiempo, fundamentalmente en el sector privado. Actualmente, es imposible pensar en un programa sin solución de fondo al tema de la deuda.
El gobierno debería mantener la disciplina fiscal y monetaria del primer trimestre para que baje la inflación. En paralelo, es necesario bajar los subsidios de las tarifas públicas, y para esto debe haber un ajuste de los precios de las tarifas reguladas en formar segmentada y escalonada, apuntando a los sectores de mayor poder adquisitivo. Si descongelan precios de esa manera, es probable que no genere más inflación porque cuando la gente tiene que gastar más en servicios o bienes cuyos precios estaban controlados, le quedan menos ingresos para gastar en todos los otros bienes y servicios que tenían y siguen teniendo precios libres. Por lo tanto, el mayor aumento de los precios controlados se compensará con un aumento menor de los precios libres. Y la tasa de inflación estará predeterminada por la política monetaria y fiscal. De esta forma, si las variables se mantienen con disciplina fiscal y monetaria como ocurrió en el primer trimestre, debería bajar la inflación.
A su vez, se debería aprovechar la extraordinaria suba de los precios internacionales, fundamentalmente del sector del Agro en el producto de la soja, para poder acumular reservas y disponer de liquidez para por lo menos pagar al Club de Paris. Esto despejaría seguramente el camino para lograr un acuerdo con el FMI, y de esa manera permitiria que las empresas del sector privado puedan aprovechar el momento de liquidez en el mundo, como así también las Provincias que todavía no negociaron sus deudas.
Las negociaciones con el FMI no serán fáciles, pero en el actual contexto mundial de pandemia, sumadas a que nuestro país es el principal deudor del organismo, a ninguno de los dos les va a convenir un default, pero el gobierno debe sentarse a negociar en serio la política monetaria y el enfoque de cómo solucionar la inflación, sumados a un programa que atraiga inversiones y podamos tener crecimiento sostenido en el tiempo, para poder asegurar el pago de la deuda al FMI.
No se debería dejar pasar esta oportunidad, y no solamente pensar con fines electorales y postergar soluciones de fondo que son indispensable para el actual delicado momento económico que vive nuestro país,dado a que si sigue sin soluciones de fondos las consecuencias en los sectores más desprotegidos de nuestra economía serán muy duras.
C.P.N Leonardo H. Piazza
Director LP Consulting